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domingo, 1 de marzo de 2015
SEGUNDAS MARCAS.
Pertenecen a las empresas con otras marcas más importantes que pretendes, con la adopción de esta estrategia, segmentar y ampliar el mercado, alcanzando otros segmentos distintos a los que habitualmente se dirigen. Hasta los bancos tienen segundas marcas, como el Banco del Comercio, perteneciente al BBVA, o el Bankirteng, del BSCH. Con estas segundas marcas los grandes bancos pueden dirigirse a otros segmentos del mercado o ensayar productos y servicios, antes de introducirlos en sus mercados habituales.
MARCAS MÚLTIPLES.
La estrategia de marcas múltiples la alternativa contraria a la anterior. Aunque esta estrategia de marca puede ser llevada de modo voluntario, a veces es el resultado de una fusión de empresas independientes, con sus marcas, que se mantienen con posterioridad a la fusión.
Las marcas distintas pueden abarcar a cada uno de los productos fabricados, o a una línea de productos, como se suele hacer en los productos de cosmética.
Marcas del distribuidor
Se entiende por marcas del distribuidor el conjunto formado por las marcas privadas o comerciales propiedad del distribuidor y por las marcas de productos genéricos, denominadas también marcas las
blancas.
Las marcas privadas pertenecen a los distribuidores y con ellas comercializan algunos de los productos que venden. Estos productos pueden, a su vez, estar comercializados con la marca del fabricante. Tiene como finalidad conseguir un mayor control del mercado por parte del distribuidor, por la posible lealtad de marca que pueda generar el producto vendido.
Las marcas blancas son productos sin marca del fabricante. Suelen se productos genéricos, fundamentalmente alimentos. Las marcas blancas tienen la ventaja de que ofrecen el producto sin los costes de promoción y publicidad que toda marca conlleva.
blancas.
Las marcas privadas pertenecen a los distribuidores y con ellas comercializan algunos de los productos que venden. Estos productos pueden, a su vez, estar comercializados con la marca del fabricante. Tiene como finalidad conseguir un mayor control del mercado por parte del distribuidor, por la posible lealtad de marca que pueda generar el producto vendido.
Las marcas blancas son productos sin marca del fabricante. Suelen se productos genéricos, fundamentalmente alimentos. Las marcas blancas tienen la ventaja de que ofrecen el producto sin los costes de promoción y publicidad que toda marca conlleva.
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